La educación bilingüe es un derecho civil y humano
En 1864 el Congreso prohibió que los niños/as nativos-americanos fueran instruídos en sus propios idiomas. Le tomó 70 años al gobierno de los Estados Unidos acceder a la presión de activistas y derrocar esa ley. Ahora lo están haciendo otra vez. El gobierno federal y los estados han dado pasos hacia la prohibición de la educación bilingüe en algunos estados y virtualmente debilitándola en cada estado. Esperamos que no tome otros 50 años para restaurar los derechos que tienen los estudiantes de aprender sus propios idiomas en la escuela.
Ron Unz, un millonario del valle de Silicón ha esparcido cuatro iniciativas para prohibir la educación bilingüe. Tres de estas han sido aprobadas, resultando en regulaciones anti-infancia en California (1988), Arizona (2000), y ahora en Massachusetts (2002). En esta última elección en Massachusetts, el 71 % de los votantes aprobaron la iniciativa “Inglés para los niños/as” la cual cancela la educación bilingüe a los niños que la necesitan. (Irónicamente, Massachusetts fue el primer estado de la nación en apoyar la educación bilingüe por legislación hace aproximadamente 31 años.)
En noviembre pasado, los votantes de Colorado derrotaron una medida similar (62 por ciento a 38 por ciento), gracias al duro trabajo de los activistas a favor de la educación bilingüe como los miembros de “Inglés más” y el apoyo financiero de Pat Stryker, una madre adinerada cuyo hijo/a asiste a un programa de educación de dos vías en Fort Collins.
Pero estos referendos de estado son solamente la punta del iceberg. La ley federal de educación primaria y secundaria (ESEA) incluye un componente anti-bilingüe significativo que amenaza a los estudiantes bilingües en todos los estados.
La ESEA requiere que los estudiantes que están aprendiendo inglés tomen las pruebas estandarizadas en inglés después de tres años de haber entrado al sistema de escuelas de los Estados Unidos –no es suficiente tiempo para obtener una proficiencia de inglés académico. Esta constricción de tiempo ha forzado a muchas escuelas bilingües a reestructurar sus programas y enfatizar el inglés por encima de la instrucción en el idioma nativo. Esta manera dañina en la que muchos estados han decidido implementar este régimen de evaluaciones los hace partícipes del ataque a la educación bilingüe que el gobierno federal está haciendo. (Vea más artículos de trasfondo en www.rethinkingschools.org.)
James Crawford, uno de los más reconocidos ecritores sobre educación bilingüe, escribió en el número de verano (2002) de “Rethinking Schools”, que la ESEA era “un obituario para la ley de educación bilingüe de 1968.” Él explicó que una de las provisiones de la ESEA eliminaba la ley de educación bilingüe y la reemplazaba con la ley de adquisición de inglés. En donde la primera enfatizaba el desarrollo del lenguaje tanto en inglés como en el idioma nativo del estudiante y promovía el igual acceso al currículo, la segunda espera que las escuelas se enfoquen en el inglés solamente. Como si estos ataques no fueran suficiente, los grupos de “Sólo inglés” continúan organizandose para hacer que ciudades, condados y estados proclamen el inglés como el “idioma oficial.” Estas proposiciones aumentan el sentimiento anti-inmigrante del público y provocan conflictos divisorios e innecesarios.
No es coincidencia que todo esto está ocurriendo durante la ola más grande de inmigrantes que no son angloparlantes en la historia de los Estados Unidos. Las actuales leyes xenofóbicas en nuestras escuelas y comunidades son el nuevo capítulo en un largo y predecible libro. (Los capítulos anteriores incluídos, entre otros un tanto vergonzosos, la ilegalidad de los idiomas de los nativo-americanos en las escuelas en 1864 y la racha de cierres de las escuelas bilingües alemanas en el medio-oeste durante el resurgimiento del “nativismo” alrededor de la era de la Primera guerra mundial.)
Muchos marcan el comienzo de esta organización anti-inmigrantes con la aprobación de la proposición 187 de California en 1994, la cuál hizo que fuera ilegal que los hijos de inmigrantes indocumentados asistieran a las escuelas públicas. (Afortunadamente la Corte federal designó este mandato inconstitucional.) Desde ese entonces Unz ha desmantelado exitosamente la educación bilingüe en California, Arizona, y Massachusetts. Bush tomó el mismo lado, al usar la legislación federal para debilitar la educación bilingüe en esos estados que Unz no ha conquistado todavía.
Un derecho humano y civil
El presente ataque a la educación bilingüe niega a los niños/as un derecho humano y civil –el derecho de aprender en su idioma nativo. El artículo 29 de la Convención de los derechos de los niños/as adoptado por la asamblea de las Naciones Unidas en 1989 (y ratificada por todas las naciones excepto los Estados Unidos y Somalia) dice que “la educación de un niño/a debe ser dirigida a. el desarrollo del respeto por los padres del niño/a, su propia identidad cultural, idioma y valores.” El artículo 30 dice que “a un niño/a que pertenezca a una minoría [étnica, religiosa, o lingüísitca] no debe negársele el derecho de. usar su propio idioma.”
En 1988, la Sociedad lingüística de América también afirmó este derecho humano básico. Pasó una resolución apoyando el derecho de todos los residentes de los Estados Unidos “a que sus niños/as sean educados de una manera que reconozca afirmativamente sus habilidades en su idioma nativo asi como que asegure su adquisición del inglés.”
No es solamente el derecho de aprender en su propio idioma un derecho humano, es también un derecho civil. En 1974, la Corte suprema de los Estados Unidos decidió en el juicio entre Lau y Nichols que las escuelas de California que no contaran con las provisiones especiales para educar a estudiantes de minorías lingüísticas estaban violando los derechos civiles de los estudiantes. Esta decisión le dio ímpetu al movimiento de educación bilingüe.
En nuestro pensamiento, el derecho civil de ofrecer una igual oportunidad a la educación está siendo claramente violado cuando se le niega a los niños/as una educación que es comprensible. Si los estudiantes son colocados en clases de “inmersión al inglés,” grandes trozos del currículo serán incomprensibles. Esto viola un derecho civil básico de un igual tratamiento de acuerdo a la ley.
Estamos perturbados por la manera como los votantes son manipulados por el dinero y la falta de información para votar por leyes que dañan a los niños, pero es difícil hacer responsable a cada votante por separado. Sin embargo, los oficiales electos quienes votaron por la ESEA pueden y deben ser hechos responsables por sus acciones.
Cualquier esperanza de revocar la ley anti-bilingüe actual comienza con los estudiantes, sus familias, y los educadores. Necesitamos demostrar a los legisladores estatales y federales cómo sus leyes discriminatorias afectan a los niños y forzarlos a cambiar sus posiciones antes de que se considere la reautorización de la ESEA dentro de seis años.
Como educadores que creemos en la justicia social pensamos que es importante pelear por los derechos humanos y civiles de todos. Ultimadamente, creemos que todos los niños deben tener el derecho de aprender por lo menos dos idiomas, incluyendo su idioma materno. A través del mundo niños/as se convierten en bilingües o multilingües y esto es valorado. Nosostros hacemos un llamado a todas aquellas personas que crean en la educación bilingüe a testificar, organizar, y exigir que los derechos de nuestros niños/as sean restaurados y protegidos.